La sandía / The Watermelon

watermelon

Había una vez
una jugosa y juguetona
sandía que, sentada
en la mesa de una cocina,
se sentía muy aburrida.
Todo estaba en silencio…
Lo único que la acompañaba
era el sonido del reloj:
tic-tac-tic-tac-tic-tac.
—¿Qué puedo hacer? –se preguntó.
—Nadie viene ni a jugar dominó. Ya sé,
voy a cantar hola, hola, hola
como una española,
y tal vez alguien,
en un ir y venir,
me venga a oir.
Pero cuando la sandía
abrió su boca para cantar…
¡Plop!
¡Cataplún!
¡Explosión!
La cocina se tiñó
de pintas negras y rojas,
como si tuviera sarampión.
¡Qué confusión!
¡Oh, no!
Esa no era su intención.
Y la pobre sandía, ahora vacía,
se tuvo que disculpar
por semejante desorden ocasionar.

watermelon

Once upon a time
a juicy and playful watermelon,
was sitting on a kitchen table.
It was very bored!
Everything was quiet
except for the sound of the clock:
tick-tock-tick-tock-tick-tock.
“What can I do?” the watermelon thought.
“No one comes to even say boo!
I know,
I will sing hello, hello, hello …
and maybe someone will come
to hear my singing show.”
But when watermelon
open it’s mouth to sing …
Plop!
Splash!
Explosion!
And the whole kitchen got dressed up
in black seeds and red fruit.
Not a nice suit!
Uh, oh!
That was not what watermelon
wanted at all.
And poor watermelon, now empty,
had to apologize
for making such a mess …
Oh YES!

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s